No valía la pena

La sombra inclinó su cabeza mientras observaba la sangre goteando de los ojos de Dyon.

—Tut. Tut. Eso no está bien. Pensé que querías evitar esto. No eres muy inteligente si no lo entendiste ya.

Dyon no respondió, y ni el Patriarca Ragnor ni el Anciano Daiyu se atrevieron a mostrar ninguna emoción exterior. Independientemente de la forma en que esta sombra actuaba, había un profundo miedo en sus corazones, y todo giraba en torno a ella. Las personas que siempre estaban tan calmadas eran realmente las más impredecibles…