Una Última Oportunidad

Los ojos de Dyon parecían congelarse. A pesar de todo lo que había pasado, no sentía ni una pizca de desesperación al enfrentar este nuevo obstáculo.

Mirando la expresión feroz de Dyon, el ancestro Belmont no pudo evitar sentirse disgustado. Era un experto a nivel celestial, y aunque tenía menos del 50% de su poder de batalla máximo, no había duda de que todavía estaba dentro de ese ámbito.

Que un simple niño lo mirara como si fuera una existencia baja e insignificante hacía hervir su sangre.

Si Dyon supiera los pensamientos del ancestro, aunque apenas le importaría, tendría que reconocer las palabras de su gran maestro. Había algo en él que hacía que su presencia fuera fácil de odiar. Ya sea por su desenfrenada arrogancia, o algo más, estaba ahí.