Cadenas

Zabia tomó una respiración profunda. —Dyon, escúchame.

Los ojos de Dyon se agudizaron. Podía darse cuenta de que lo que Zabia estaba a punto de decir era de suma importancia para él.

—Nunca puedes ir a ese cuadrante.

—¿Qué…? —Dyon no pudo ni siquiera terminar su propia frase. La sinceridad en los ojos de Zabia lo decía todo. Hablaba en serio.

Después de recobrar la compostura, Dyon solo pudo hacer la pregunta obvia. —¿Por qué?

—Tu talento del alma... es simplemente demasiado abrumador.

Dyon esperaba entender una semblanza del significado de Zabia con esas palabras, pero solo salió más confundido. ¿Qué tenía que ver su talento del alma con todo esto?

Zabia solo sacudió la cabeza antes de continuar. —Si crees que el uso de esclavos por parte de los Ragnors fue inhumano, el nivel que alcanzó mi cuadrante haría que los Ragnors parecieran santos, y las principales víctimas son personas como tú y tu esposa Clara.