Shang casi no podía asimilar las palabras que acababa de escuchar.
¿El decano también era alguien de la Tierra?
¡Shang pensó que él era el único!
—¿Sorprendido? —preguntó el decano mientras miraba a Shang con expresión neutra.
Sin embargo, la expresión de Shang solo cambió a confusión.
—¿De qué estás hablando? —preguntó Shang.
Cuando Shang dijo eso, la atmósfera en la habitación dio un giro monumental. Era como si la temperatura hubiera bajado varios grados.
—No tengo tiempo para estos juegos —dijo el decano directamente—. Gleipnir solo está enseñando tu espada porque yo lo permití. También puedo ordenarle que consuma tu espada.
Shang respiró hondo mientras miraba. La lanza no había cambiado, pero ahora se sentía mucho más peligrosa.
—¿Cómo puedo creerte? —preguntó Shang con un tono agresivo para ocultar su miedo—. ¿Y si esto no es una ilusión y estás tratando de hacerme revelar información?