—¿Soy la mano del mundo? —preguntó Shang sorprendido.
—No literalmente —dijo la profesora Niria—. Eso no tendría sentido. Solo estaba tratando de entenderlo todo.
—¿Lo sabe el decano? —preguntó de repente la profesora Niria.
—Sí —dijo Shang—. Él fue quien me permitió descubrir mis Afinidades en primer lugar.
—Eso tiene sentido —dijo la profesora Niria—. Por lo que puedo decir, has absorbido cuatro Fuentes de Mana Pura diferentes, y no creo que tengas el dinero para comprar ni siquiera una de ellas. Además, las Fuentes de Mana de Luz y Oscuridad son muy raras pero también relativamente inútiles. Simplemente no hay demanda para ellas, lo que significa que quienquiera que lleve algunas no tiene que preocuparse remotamente por las bestias de Etapa de Comandante.
—¿Qué piensa él? —preguntó la profesora Niria.
En ese momento, Shang se sintió algo incierto.
Sí, había decidido confiar en la profesora Niria, pero tampoco había olvidado cómo había actuado el decano.