—Shang sintió como si el mundo entero dejara de moverse cuando esas gigantescas alas en el horizonte se bajaron.
—Todo estaba en silencio.
—En silencio, un pájaro aterradoramente gigantesco se elevó en el cielo. Era imposible ver sus colores desde tal distancia puesto que aún no estaba completamente iluminado.
—En aparentemente un instante, el cuerpo del pájaro alcanzó una altura increíble. Probablemente había saltado varios kilómetros en el aire en solo un segundo.
—¡Esa velocidad era una locura!
—Y luego, el Águila de Tormenta extendió sus alas.
—¡Eran gigantescas!
—Shang sabía que el Cráter, el lugar donde vivía el Águila de Tormenta, estaba a más de 100 kilómetros de distancia del Paraíso del Guerrero.
—Sin embargo, Shang aún podía verlo.
—Estaba mucho más lejos que las Espirales Eternas, pero ya ocupaba más espacio en la visión de Shang que ellas.
—Y luego, el Águila de Tormenta aleteó sus alas mientras volaba hacia el Paraíso del Guerrero.