Shang permaneció en silencio por un rato.
—Entonces, esta es la próxima pregunta que he hecho.
—Creo que tiene sentido que hiciera esa pregunta a continuación.
Shang tomó una respiración profunda.
Escuchar que esa sería la próxima respuesta de Shang hizo que se relajara.
El Dios no faltaría a su palabra si Shang había hecho esta pregunta como parte de uno de sus tres regalos.
Esto significaría que obtendría una respuesta seria, que era lo que necesitaba y quería.
—Entonces, ¿ahora qué? —preguntó Shang.
—No sé —dijo el bufón con una amplia sonrisa—. Todavía no lo he decidido.
Por alguna razón, a Shang no le gustó esa respuesta.
—¿Qué crees que debería hacer? —preguntó el bufón.
Había algo en el humor del Dios, y Shang tenía una buena suposición.
—Manda al próximo oponente —dijo Shang.
El bufón continuó sonriendo mientras giraba lentamente su martillo.