El Mago miró a Shang con los ojos entrecerrados, pero Shang solo lo miró de vuelta con calma.
Shang ya había pensado en una persona que adaptaría en este reino extranjero.
Justo ahora, la mejor manera de disfrazarse había sido actuar como un bárbaro salvaje que no pertenecía a ningún poder, pueblo o ciudad. Eso le daría una excusa para no saber mucho sobre el Reino Grandemontaña y por estar solo en la naturaleza.
Pero eso también significaba que Shang tenía que actuar su papel.
Por eso, Shang decidió adoptar una versión más estúpida del maestro Mervin.
Mervin era el maestro recto de esgrima en la academia de guerreros. No hablaba mucho, pero cuando lo hacía, sus palabras eran sabias.
Shang esencialmente canalizó una versión más joven y más aislada de él.
Taciturno, introvertido, honesto.
—¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? —preguntó el Mago con los ojos entrecerrados.