Después de mirar a su alrededor con su nuevo Sentido Espiritual por un rato, Shang se sentó nuevamente y cerró su ojo derecho.
Era el momento de alcanzar la Etapa del Camino Verdadero.
Había pasado tanto tiempo.
Había trabajado tanto.
50 años de entrenamiento incansable con una disciplina y entusiasmo interminables.
¿Cuánto tiempo habría tomado a una persona talentosa normal, alguien que no dedicara el 100% de su vida a su propio poder?
Probablemente más de 150 años.
Quizás incluso más de 200.
El peligro de morir de viejo habría sido una posibilidad real.
Pero ahora, era el momento.
Shang se concentró en su Camino y dispuso hacerlo realidad.
Tomó varias horas, pero eventualmente, su Camino comenzó a manifestarse.
Shang sintió una cierta sensación de orden entrar en su cuerpo, y sintió cómo lo fortalecía.
Englobó todo su ser, y Shang sintió cómo su conexión con el mundo se profundizaba.