Primera Muerte

El momento en que Leo puso un pie fuera de la zona segura, su corazón comenzó a palpitar de emoción, casi como si hubiera entrado en otro mundo. Aunque solo fueron un par de pasos, Leo pudo sentir un cambio inmediato en la atmósfera. Sus ojos vagaron de izquierda a derecha sin detenerse—nunca había estado tan enfocado, ni siquiera durante exámenes importantes. De repente, un fuerte estruendo resonó no muy lejos de su ubicación, haciendo que Leo saltara y apuntara su arma en esa dirección.

—¿Q-Qué fue eso?! —preguntó.

—No somos los únicos ahí fuera. Habrá otros Aventureros. Aunque te dije que te mantuvieras enfocado, no necesitas estar tan rígido y nervioso. Eso hará que sea más probable que cometas errores —la Señorita Camille le dijo.

—Entiendo… Intentaré calmarme un poco —Leo suspiró.