—Maldita sea... No importa cuánto entrene, parece que nunca mejoro porque siempre termino golpeado... —Leo murmuró con dolor mientras yacía en el suelo con moretones por todo el cuerpo después de su entrenamiento con el muñeco de entrenamiento de cuatro brazos.
—Eso es porque sigo aumentando la dificultad de tu entrenamiento. Si fuera fácil, no sería entrenamiento —la Señorita Camille le dijo.
—Por cierto, la profesora Jasmine mencionó el Curso de Entrenamiento en el Desierto en clase hoy. Ya que vamos al desierto, seguramente habrá algunas bajas, ¿verdad? —Leo preguntó de repente.
—Naturalmente. Cada año, más de cien estudiantes mueren durante este entrenamiento.
—¿Más de cien? Eso parece un poco alto. ¿No estarán los profesores con nosotros?