—¿Qué diablos está pasando…? ¿Por qué… por qué el jefe está atacando de repente a los otros monstruos? —murmuró Nina con una voz aturdida mientras observaba al Guerrero Demoníaco masacrar al Cíclope de la Montaña y a los Ents Vengativos con sus grandes cuchillas.
Sin embargo, lo más extraño de la situación era cómo los monstruos no parecían estar resistiendo, ya que todos simplemente se quedaban allí, esperando silenciosamente su turno para ser asesinados por el Guerrero Demoníaco, casi como si se estuvieran ofreciendo a él.
Leo y Nina estaban tan desconcertados por sus acciones que subconscientemente decidieron quedarse un poco más para ver cómo se desarrollaba todo.
De repente
—¡Leo! ¡Nina!
Una voz familiar les llamó.
Leo se dio la vuelta para ver a la Señorita Camille descendiendo del cielo como una diosa.
—¿Señorita Camille? ¿Qué está haciendo aquí? —murmuró Leo subconscientemente.