—Está bien, si dices que estará bien, confiaré en ti. —Leo asintió.
—¿Cuándo vamos a hacer esto? —luego preguntó Lia.
—Todavía necesito la aprobación de la Directora antes de poder salir de la ciudad, pero te lo haré saber.
—Está bien.
Un tiempo después, Leo preguntó:
—Por cierto, antes de que me vaya, tengo una pregunta... ¿Tu familia habló contigo después del torneo? Sobre nuestra relación, específicamente.
—Sí, mi padre preguntó sobre mi relación contigo. —Ella asintió.
—¿Y qué le dijiste?
—Le dije que no era asunto suyo —dijo tranquilamente.
—¿En serio...? ¿No se enojó?
—No.
—Entiendo... De todos modos, te contactaré una vez que reciba permiso para salir de la ciudad.
—Está bien.
Poco después salieron de la habitación del hotel y hicieron el check-out del hotel.
«Parece que se divirtieron.» La recepcionista se rio para sus adentros al verlos hacer el check-out tan pronto.
Un tiempo después, Leo regresó a la academia.