El tiempo pasó, y Rean finalmente curó a todos. Oritis y Rolim ya habían traído ropa para que esas mujeres usaran. Luina, como la única mujer en su grupo, era la responsable de hablar con ellas. Algunas rompieron a llorar de inmediato y lloraron durante horas. Otras tenían expresiones sombrías, mostrando que ya habían sufrido un colapso mental hace tiempo. No obstante, Luina las trató a todas con cuidado.
Algún tiempo después, Rean y Roan entraron en el Fuerte y comenzaron a buscar su botín. Efectivamente, el lugar estaba lleno de Piedras Espirituales, Tesoros, Medicinas, Obras de Arte, etc. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención de Rean fue la gran cantidad de Materiales de Alta Calidad para forjar. No solo eso, sino que también había algunos de Calidad Pico. Esa era la razón principal por la que tomaron este trabajo, así que Rean estaba obviamente eufórico.
Luina notó la cara feliz de Rean y no pudo evitar preguntar.
—¿Encontraste algo que te guste?