El silencio impregnó el aire viciado de la sala de guerra durante un tiempo antes de que Berengar finalmente expresara sus preocupaciones sobre el periodo venidero con un discurso apasionado.
—¡Señores, estamos en el amanecer de una nueva era! La invasión de los Bávaros nos ha traído una oportunidad inesperada. Viena está bajo asedio, y la Dinastía Habsburgo está llegando a su fin. Si aprovechamos este trastorno para rescatar al miembro más joven de la Dinastía del predicamento en el que se encuentra, podremos beneficiarnos de esta crisis y establecer un gobierno en el exilio, con nuestro Condado en el centro de la resistencia. ¡Imaginen una nueva Austria con Tirol en el núcleo de su poder! Para que esta visión del futuro se convierta en realidad, necesito que cada uno de ustedes aproveche la oportunidad que tenemos ante nosotros. ¡Por una Gran Austria!