La iluminación del mediodía se reflejaba a través de las ventanas del estudio de Berengar, y con ello, aterrizaba sobre su apuesto semblante. El joven Conde tenía una expresión tranquila mientras sorbía su té. Delante de él había dos personas informando sobre las noticias que había estado esperando. Una de estas personas era su amante Linde, y la otra era su amigo cercano y Mariscal de Campo Eckhard.
Mientras Berengar disfrutaba del sabor del té de manzanilla, Linde extendió un informe sobre su escritorio; sus contenidos revelaban las actitudes generales de los nobles de Austria y cómo reaccionarían ante la noticia de la desaparición de Conrad y la declaración de usurpación de Berengar.
Mientras Berengar leía su contenido, Linde anunció el resumen general sobre lo que contenía el informe.