Formación de la Unión Ibérica

Mientras Granada se preparaba para la inevitable guerra con sus vecinos, los Monarcas Católicos de Iberia habían sido convocados a una reunión en el Vaticano. El Papa había solicitado deliberadamente su asistencia, y como miembros excepcionales de la fe, no habían desobedecido sus órdenes.

Los Reyes de Portugal, Castilla y Aragón estaban reunidos en una sala con el Papa. Había pasado un tiempo desde que estos hombres habían estado en la misma habitación, y tenían la sensación de saber de qué se trataba todo esto. Como tal, el Papa Julio fue el primero en hablar mientras se dirigía a los hombres que se habían reunido.

—Mis hijos, debo agradecerles por viajar hasta la Santa Sede, nos encontramos en tiempos graves, y es con gran pesar que debo solicitar algo importante de cada uno de ustedes.