El Sacro Imperio Romano Responde

Dentro de la ciudad de Florencia, los Dux de Venecia y Génova estaban arrodillados ante el Emperador del Sacro Imperio Romano. El Emperador Balsamo Corsini estaba más allá de furioso después del ataque preventivo que Berengar había lanzado contra sus dos vasallos más poderosos.

La destrucción de la mayoría de las armadas genovesa y veneciana fue un golpe masivo al poder imperial, no solo en la guerra contra Austria, sino en todo el Mediterráneo. Además de esto, Berengar había autorizado abiertamente a piratas, o corsarios, como él los llamaba, para atacar los pocos barcos comerciales que quedaban del Imperio.

Con esto en mente, el Emperador había convocado a sus dos subordinados a la actual capital del Imperio con la intención de ver cómo se podía salvar esta crisis que estaban sufriendo. El Dogo veneciano fue el primero en expresar sus pensamientos.