Industria y Conspiración

Pasaron los días, y con ello, todos los invitados de Berengar regresaron a sus hogares. Berengar se había coronado exitosamente Rey, prometió su apoyo a Granada en su conflicto continuo con sus vecinos, y negoció con el Emperador Bizantino la mano de Honoria en matrimonio.

Con esas cosas fuera del camino, Berengar ahora tenía una extensa lista de tareas que necesitaban ser atendidas. En primer lugar, Berengar debía prepararse para su boda con Adela; ahora que había regresado de la guerra y ella estaba en edad, era tiempo para tan alegre ocasión. Sin embargo, no se necesitaba mucha preparación por parte de Berengar, ya que había planeado la boda años con antelación. Como tal, dejó los planes restantes a Adela y sus subordinados.

Mientras se completaban los preparativos, Berengar rápidamente se dedicó a una tarea con un objetivo importante. Ahora que había obtenido unos años de paz, se aseguraría de aprovechar la situación por completo.