Berengar miró a lo lejos, donde vio las líneas traseras del sistema de trincheras Austro-Granadino. Desde que llegó la Primera División, habían tomado la mayor parte del territorio que algún día se conocería como Andalucía. Incluso la gran ciudad de Córdoba fue retomada en nombre de Granada.
Desde que se reclamó el territorio, los Austríacos y sus Aliados Granadinos comenzaron a fortificar sus defensas con un intrincado sistema de trincheras, no muy distinto a lo que se habría visto en la Gran Guerra de la vida pasada de Berengar.
Había simplemente un problema, una falta completa y total de ametralladoras. Debido a esto, el Ejército de Berengar tendría que depender en gran medida de los barrages de artillería y del empleo masivo de rifles de aguja.