Berengar se encontraba dentro de los confines del Palacio Real de Granada en una reunión con Hasan y su hermana mayor Yasmin; a su lado estaba el comandante de la fuerza expedicionaria bizantina, que no era otro que el entonces Strategos Palladius. Por primera vez en la historia, los representantes de lo que más tarde se conocería como la Triple Alianza se habían reunido en una sola sala.
Su propósito era simple: discutir los asuntos relacionados con la guerra en curso en Iberia, así como la petición del Rey de Aragón para cesar las hostilidades contra su reino. Sin embargo, a pesar de su disposición a poner fin a la guerra, Felipe había hecho algunas demandas serias para asegurar su rendición. Con esto en mente, Yasmin comenzó a leer la carta escrita por el Rey Aragonés, que describía las condiciones que debían acordarse para que su Reino se rindiera sin incidentes.