Construcción del Canal de Suez

En los desiertos de Egipto, un gran grupo de austríacos se había reunido. Les había tomado cerca de un año, pero durante este tiempo, habían reunido la mano de obra y el equipo necesarios para comenzar la construcción del canal más grande que el mundo jamás había visto. Hace un año, Berengar se había reunido con el Emperador Bizantino, y le pidió un poco de tierra para construir un canal que conectara los mundos Occidental y Oriental, y permitiera el comercio regular entre ellos.

El Emperador Vetranis pensó que Berengar estaba loco por pensar en tal idea, pero estaba en deuda con el Rey de Austria, y por lo tanto le permitió comenzar la construcción. Ahora, después de un año de logística dolorosa, la Corporación Austríaca contratada para cumplir con la tarea había comenzado a remover el terreno.