Acuerdos de Paz en Aquitania

Berengar golpeó la mesa repetidamente con su dedo; el sonido resonaba en el aire y fue lo único que impidió que la habitación estuviera en silencio. Tres monarcas y un Duque estaban sentados en la mesa dentro del Ducado de Aquitania. Sentado junto a Berengar estaba Hasan, y enfrente de los dos estaba el Rey Felipe de Aragón.

Presidiendo esta convención no era otro que el Duque de Aquitania, quien observaba con interés, asegurándose de que todo permaneciera civilizado pero sin participar en la discusión él mismo. Su papel era más simbólico que práctico.

Los Acuerdos de Paz llevaban en curso tres días y, a pesar de la voluntad de cesar las hostilidades entre las partes involucradas, aún no habían llegado a un entendimiento completo. A regañadientes, Berengar estaba preparado para aceptar las condiciones de rendición aragonesa que favorecían enormemente al enemigo. Después de todo, quería terminar esta guerra lo más rápido posible y volver con su familia.