Berengar se sentaba en su Casa de Baño Real, vestido solo con una toalla sobre su cintura, que ocultaba mal su emoción. Aunque Yasmin aún no se había unido a él, estaba seguro de que la mujer cumpliría su promesa. Así, estaba bien preparado para la preparación que estaba a punto de ocurrir dentro de esta sala sagrada.
En el suelo junto a la gigantesca piscina de agua había una serie de tiras de cera y tijeras. Su propósito era simple: recortar el vello púbico de Yasmin a una clásica cera de bikini. Después de todo, con la investigación y desarrollo en materiales sintéticos, era solo cuestión de tiempo antes de que sus químicos crearan lycra, y cuando eso ocurriera, finalmente podría hacer bikinis adecuados para sus mujeres.