Definir un legado

Adelbrand permanecía dentro de los confines del Palacio Real de Granada. En sus manos tenía una carta entregada desde las líneas del frente. A su lado estaban los diversos Generales y Oficiales encargados de liderar los esfuerzos de guerra de la Alianza Germano-Granadina dentro del Teatro ibérico. Una sonrisa diabólica se dibujaba en su rostro mientras pronunciaba cada palabra con perfecta prosa, como si estuviera recitando un poema.

—El Rey ha muerto, y sus ejércitos con él. La trampa que el Kaisar ha tendido para nuestros enemigos salió perfectamente. ¡España está lista para la conquista!

Hasan escuchó estas palabras e inmediatamente sintió una sensación de aprensión en su estómago. No había sufrido tal ansiedad desde que su capital estaba bajo asedio hace años. Después de tomarse un momento para calmar sus sentidos, mostró una expresión seria mientras emitía la orden que alteraría el curso de la historia para siempre.