En el instante en que la chica de cabello blanco llegó a la Tierra Espiritual, el aire continuó temblando y no parecía detenerse. Sus manos claras se movían como si agarraran algo en el aire, sus ojos azules se volvían de un blanco vacío mientras el temblor se detenía, y una voz que nunca antes había escuchado resonó en mi cabeza.
—Pequeño caballero brillante, ¿por qué trajiste a tu maestra aquí tan pronto? —La voz me sorprendió, ya que no esperaba escuchar ese tono de otra entidad tan pronto. El tono era similar a cuando hablaba con el núcleo planetario de mi mundo, pero sosteniendo un poco más de emociones en sus palabras. Antes de que pudiera responder, la figura de Sofía, la persona que me había enviado por primera vez al Mundo de las Bestias, habló.