Rey del Mar

Mierda.

Exabruptos salían de la boca de Noah mientras veía la ilusión del Rey Neptuno desaparecer tan pronto como terminaba la historia, apareciendo una puerta blanca en el fondo del suelo que conduciría al mundo exterior.

La nueva información que había obtenido no podía evitar hacerle maldecir al darse cuenta de lo arduo que sería conseguir el Tesoro Supremo que el Rey Neptuno había dejado atrás.

El Kraken.

Esta era una leyenda que se contaba a los jóvenes atlantes y sirenas para asustarlos y someterlos. Una de las calamidades que vagaba por los mares. Una criatura de poder destructivo que podía tragarse ciudades enteras si lo deseaba. ¿Tenía que enfrentarse cara a cara con tal bestia solo para ver si poseía el tridente del mar que el rey moribundo dejó atrás?