¡La Morada del Tesoro del Desvelador del Tiempo Diabólico había sido descubierta!
Esta noticia se difundió entre las sectas cercanas a la Montaña Espíritu del Arcoíris a medida que aún más fuerzas comenzaban a dirigirse hacia ese místico y peligroso Reino para probar su suerte y obtener extravagantes tesoros.
Cerca de la grieta que se estabilizaba gradualmente y lideraba el camino hacia la Morada del Tesoro, un grupo de poderosos Cultivadores de la Secta del Tiempo Inmemorial estaban abiertamente parados cerca y esperaban la estabilización de la entrada.
El Gran Anciano Amos observaba atentamente la situación mientras usaba su inmenso poder para sentir el espacio circundante. Alguien de su nivel podría expandir sus sentidos y observar los cambios minúsculos a una profundidad desconocida para la mayoría de los seres. Sus ojos brillaron al enviar un mensaje a los Ancianos y a los Discípulos del Legado a su alrededor, habiendo descubierto que el momento era el adecuado.