Crixus se movía con facilidad por entre la multitud de seres que lo rodeaban mientras se dirigía hacia el barrio rojo.
Su cuerpo estaba en el Reino Trascendente, siendo tal genio que casi entró en el mismo reino de cultivación que su padre, un Anciano de la Secta Astral Profunda que aún no había logrado romper el Reino Santo y entrar en el Reino Vacío Fimermento.
Con la rapidez a la que estaba acostumbrado a avanzar en los rangos de cultivación, el golpe de que esta velocidad se detuviera en el Reino Trascendente fue demasiado pesado para su mente.
Tejió su camino por entre las masas cuando una voz que parecía provenir de su propia cabeza susurró qué tan molestos eran los seres que lo rodeaban, haciéndolo querer pasar por los callejones más oscuros donde había menos gente mientras se dirigía hacia el barrio rojo.