El grupo de tres Bendecidos que contenía a una Princesa Imperial y sus Doncellas Guardias se detuvo mientras miraban a un solo ser que estaba cultivando pacíficamente rodeado de tentáculos de Éter.
Las doncellas miraban con molestia mientras ya movían su esencia para comenzar a alejarse, eligiendo no molestarse siquiera con tal ser, ya que podían sentir fluctuaciones en el Reino de Forja de Estrellas. Tal ser ni siquiera entraba en sus ojos, y eligieron perdonarle la vida sin valor por la falta de respeto que mostró hacia la Princesa Imperial hoy.
Pero cuando comenzaron a moverse por el camino en el que estaban, tuvieron que detenerse nuevamente al darse cuenta de que la propia Princesa Imperial se había quedado donde estaba, ¡e incluso había comenzado a flotar hacia esta figura que había abierto brevemente los ojos y luego los ignoró!
—Ah, princesa...