Capítulo 76: Destruyendo

Long Chen se dio la vuelta y sin mirar atrás, caminó hacia la barrera.

Lanzó una piedra a la barrera para probarla. La piedra no pudo pasar y cayó al suelo. Al observar que la barrera solo impedía que las cosas salieran, no pudo notar nada más digno de mención. Se volvió hacia la gente y sus ojos se posaron en alguien.

—¡Tú! ¡Ven aquí! —El guardia instantáneamente se arrodilló cuando se dio cuenta de que Long Chen lo estaba llamando.

—¡Por favor, no me ejecutes! ¡Yo... tengo un hijo esperándome en casa! —dijo el guardia, congelado en su lugar mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Su mirada estaba en Long Chen.

—No te preocupes. No voy a matarte. Si lo necesitara, podría matar a todos los presentes sin moverme de este lugar. Solo tienes que venir aquí —Long Chen suspiró con frustración ante las palabras del guardia.

Después de escuchar a Long Chen llamarlo de nuevo, se levantó y avanzó tambaleándose hacia Long Chen.

—¿Qué sabes sobre esta barrera? —inquirió Long Chen.

—Es nuestra Barrera Protectora del Imperio. Se supone que solo se utiliza en situaciones de emergencia. Usualmente, cuando estamos bajo ataque o enfrentamos a un enemigo fuerte, la barrera nos ayuda a detenerlos mientras nos preparamos —respondió apresuradamente.

—Interesante. ¿Qué más? —preguntó Long Chen, su mirada se posó en el guardia.

—S... solo se puede usar una vez cada mil años ya que necesita una enorme cantidad de energía para ser utilizada. Por lo tanto, consume la energía acumulada durante mil años que necesita ser reunida nuevamente. Una vez que se erige la barrera, dura siete días, durante los cuales ni siquiera los Emperadores Monstruo pueden romperla —terminó.

—Hmm... ¿siete días, eh? Puedo quedarme aquí durante siete días y perder el tiempo, pero no quiero quedarme aquí un segundo más. Después de todo, ¡es un lugar donde la Reina misma intentó destruir mi reputación acusándome de ser un ladrón! —La voz de Long Chen retumbó mientras usaba su Qi para amplificarla.

Al escuchar su declaración, el público comenzó a murmurar suavemente entre ellos.

—¿Eso es lo que pasó? ¿La Reina lo acusó incorrectamente? —alguien entre la multitud soltó.

—Podría ser verdad. Vi a la reina pedirle que devolviera sus tesoros y asaltarlo primero. Cualquiera reaccionaría de esta manera si fuera atacado y acusado falsamente. ¡No es de extrañar que se haya defendido! Estoy seguro de que incluso el gran maestro Tian Shen de hace miles de años se habría indignado como si alguien lo acusara de esta manera —susurró otra persona.

—¡Eso debe ser! ¿Por qué mentiría? Es tan poderoso que si le gustara algo, podría simplemente tomarlo por la fuerza. No haría algo tan descarado como robar, ¿verdad? —dijo una chica en la multitud.

Long Chen, que estaba escuchando los murmullos de la multitud, tenía una leve sonrisa. Pero tan pronto como Long Chen escuchó a la chica, su rostro se puso rojo como un tomate y tosió de vergüenza.

Xun comenzó a reírse de esta escena mientras emergía cerca de Long Chen. —Te dije que tomaras el camino del valiente, pero elegiste el del descaro —dijo. Long Chen se alegró de que nadie excepto él pudiera verla o escucharla.

—Puedes irte ahora —Long Chen le dijo al guardia, ignorando las continuas risas de Xun.

Long Chen dio unos pasos atrás antes de agacharse en una postura de combate.

—Siete Formas de la Espada Santa- Primera forma: ¡Limpiar! —Long Chen asaltó la barrera con su habilidad marcial. No pasó nada cuando el ataque aterrizó en la barrera. Siguió intacta, ni siquiera un rasguño se podía ver.

—Esta barrera es realmente sólida —murmuró Long Chen mientras inspeccionaba el área de impacto.

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«¡Veamos si puedo destrozarte con mi ataque más fuerte o no! Si no puedo, simplemente esperaré en esta tribu durante siete días», pensó Long Chen mientras se preparaba para atacar de nuevo.

—Siete Formas de la Espada Santa: Cuarta forma: ¡Desolación! Este fue el ataque más fuerte que había aprendido hasta ahora.

Un arco de luz lleno de aura de espada se lanzó hacia la barrera. Todo lo que cayó en su camino se volvió inerte mientras el contenido se desintegraba por completo.

Aunque la barrera no se rompió al impacto, Long Chen no pudo evitar sonreír. Vio una pequeña grieta materializarse en el lugar.

—Es claro que no eres invencible. ¡Veré cuánto tiempo puedes durar! —declaró Long Chen.

Golpeó la grieta, haciendo que la grieta se profundizara aún más. Long Chen estimó que con dos golpes más de la misma intensidad, la barrera se rompería.

«Solo un poco más y podré irme», pensó Long Chen mientras continuaba su asalto.

—Siete Formas de la Espada Santa: Cuarta forma: ¡Desolación!

El arco de luz atacó de nuevo. La barrera hizo su mejor esfuerzo para resistir el ataque de Long Chen, pero no pudo resistir ni siquiera cinco segundos. Se rompió en miles de piezas como vidrio. Aún así, la luz de su ataque no se desmaterializó por completo y continuó avanzando, cortando los árboles en su camino antes de desaparecer completamente.

—¡Ah, finalmente! —Long Chen murmuró con un destello de alegría.

Long Chen no se dirigió hacia la barrera. Contrario a las expectativas de la multitud, fue en la dirección opuesta.

Él apareció en el mismo lugar después de un tiempo. Solo que esta vez no estaba solo. Long Chen se sentó sobre el Caballo Elphia que Xia y Terra dejaron para facilitar su viaje hacia la tribu Elphia.

«Cuando me diste este caballo me dijiste que no era nada especial. Pero resulta ser un regalo realmente útil», pensó Long Chen con una sonrisa cuando recordó las palabras de Xia.

El caballo galopó, llevando a Long Chen lejos de la tribu, devolviendo la calma a ella.

Algunos guardias se apresuraron con el médico real para inspeccionar las heridas de la Reina. Aunque sus manos no pudieron ser restauradas, el dolor excruciante fue elevado.

Unas horas antes de la batalla en la tribu Banshee, un monstruo se ocultó en el bosque a una gran distancia de ella. La criatura se veía idéntica a un gorila pero con pelaje verde y un cuerno amenazante en el centro de su frente.

Él miró fijamente a las puertas de la tribu Banshee y mantuvo un ojo en todos los que entraban y salían. Era el General Monstruo Baek, el que había informado a la Tribu de Monstruos de la existencia y apariencia de Long Chen.

—¡¿Qué diablos está ocurriendo aquí?! ¿Por qué la tribu Banshee usó su formación de salvación? ¿Ya saben que estoy escondido aquí? Espera, incluso si lo supieran, no desperdiciarían la formidable barrera en mí —murmuró el General Monstruo Baek mientras miraba boquiabierto la barrera—. ¿Qué? Se rompió tan pronto. ¿No debería durar una semana? ¿Hay algo mal con ella?

Estaba conmocionado al ver la formación romperse.

Unos momentos después, el General Monstruo Baek se puso alerta al ver a Long Chen salir a toda velocidad de las tierras de la tribu Banshee. Observó hasta que hubo cierta distancia entre Long Chen y él y siguió al humano. Todo su equipo acechó al humano junto a su general.