Capítulo 108: Última Recompensa

—¿Así que el patrón que elegí representaba el Gran camino de la alquimia? ¿Entonces, en cierto sentido, ahora tengo el mismo conocimiento que el mejor alquimista del universo? ¿Por qué siento que este conocimiento no es todo lo que hay? —Long Chen preguntó mientras miraba a Xun.

—Tienes razón. El conocimiento que tienes es algo que un Alquimista de grado espiritual de noveno rango debería poseer. Como sabes, hay muchos grados por encima de Alquimista de grado Espiritual —explicó Xun.

—Sí, conozco algunos. El grado más bajo es Alquimista de grado Mortal, Alquimista de grado Espiritual y luego Alquimista de Grado Santo. Cada grado se divide en 9 rangos, siendo el primer rango el más bajo —dijo Long Chen a Xun.

—Sí, el conocimiento que recibiste te convierte en un Alquimista de grado espiritual de novena etapa, pero solo teóricamente —Xun rió mientras lo decía.

—Esa también es una buena recompensa. Solo había escuchado de alquimistas de grado mortal en nuestro reino y ahora soy superior a él —Long Chen sonrió ampliamente mientras lo decía.

—Aún no, pero lo serás si aprendes a usar el conocimiento que tienes. Pero llevará mucha práctica —respondió Xun a Long Chen.

—Oh cierto, el patrón que elegí representaba el camino de la alquimia, ¿qué pasa con otros patrones? —Long Chen preguntó mientras miraba a las otras paredes, pero se dio cuenta de que ya no había patrones en ninguna pared.

—No te molestes en buscarlos. Desaparecieron desde que tomaste tu decisión. Por cierto, representaban otros grandes conocimientos como el gran estratega, pintor, poeta, Médico, Artesano, oráculo, evaluador, Domador, Maestro de Formaciones, etcétera —explicó Xun.

—No quiero compararme con él, pero no puedo evitar sentir curiosidad, ¿qué eligió él? —Long Chen preguntó mientras miraba a Xun.

—¿Él? Oh, ¡quieres decir tu superior Tian Shen! —Xun rió, pero se detuvo después de que Long Chen la mirara con una expresión de molestia durante más de un minuto.

—Él eligió la pared de la derecha, el patrón más en la esquina. El conocimiento era algo similar pero totalmente opuesto al que elegiste. Mientras que tu camino como alquimista puede ayudarte a ti así como a ayudar a otros, el camino que él eligió era más útil para crear destrucción —Xun dijo a Long Chen mientras recordaba el pasado.

—¿Qué era? —Long Chen no pudo evitar preguntar.

—Dado que hemos terminado con esta habitación, salgamos —Xun cambió de tema mientras desaparecía.

Long Chen salió de la sala con una expresión confundida y encontró a Xun parada allí.

—Ambas recompensas fueron realmente agradables, compensan el esfuerzo de pasar por el problema, pero ¿hay alguna otra recompensa? —Long Chen dijo mientras miraba hacia la puerta de la habitación de la que salió.

—Sí, ¡hay una más! Es la mejor entre las tres —Xun dijo con una brillante sonrisa.

—¿Qué? —Long Chen preguntó con una expresión emocionada.

—Oh cierto, probablemente necesito entrar a la habitación de nuevo para conseguir eso —Long Chen dijo mientras se dirigía nuevamente hacia la puerta.

—No necesitas ir allí para obtener tu última recompensa —Xun dijo con una sonrisa.

—¿Qué es? —Long Chen se detuvo mientras giraba para mirar a Xun.

—¡Yo! —Xun cruzó los brazos sobre su pequeño pecho mientras decía con una expresión orgullosa.

—¿Tú? ¿Es eso una broma? —Long Chen inclinó la cabeza y preguntó con una mirada confundida.

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—No. No es una broma en absoluto. Si hubieras fallado la prueba, no podríamos volver a vernos, pero la pasaste y ahora estaré contigo como tu espíritu guía —dijo Xun con una sonrisa.

Las expresiones de Long Chen cambiaron mientras sonreía y caminaba hacia ella.

—¿Dijiste que eres mi recompensa? ¿Eso significa que ahora eres mía? —preguntó Long Chen en voz suave mientras cerraba la distancia entre ellos y acariciaba las mejillas de Xun con sus dedos.

—T... tú... —El rostro de Xun se puso rojo mientras tartamudeaba para encontrar palabras, pero antes de que pudiera decir algo, Long Chen comenzó a reír y se alejó.

—En realidad eres linda, Xun —dijo Long Chen aún riendo.

—¡Tú eres lindo! ¡Toda tu familia es linda! Idiota —dijo Xun molesta mientras desaparecía con la cara roja.

—¡Oye, olvidaste decirme, ¿cómo puedo volver a mi mundo! —dijo Long Chen en voz alta en el templo vacío.

—Sal del templo, te despertarás en el lugar correcto —la voz de Xun resonó en el templo.

—Esa chica —Long Chen sonrió mientras caminaba hacia la salida y pasaba por la puerta hacia la luz blanca.

—Hmm... —Long Chen sintió hambre mientras lentamente abría los ojos y miraba alrededor.

—La misma vieja habitación, parece que realmente estoy de vuelta —Long Chen se sentó y miró alrededor. Nada había cambiado y todo estaba igual que antes. Xun debe estar bromeando conmigo antes —dijo Long Chen mientras se levantaba de la cama, pero sintió que algo era diferente.

Miró sus manos y encontró que eran más largas, al igual que sus piernas. Podía sentir que también había crecido más alto.

Apresuradamente caminó hacia el espejo y se miró, pero su boca se abrió de par en par tan pronto como vio su reflejo en el espejo.

Aunque todavía tenía ojos dorados y cabello oscuro, su rostro se había vuelto aún más maduro. Parecía tener unos 15-16 años ahora y su altura había aumentado mucho también. Desde la altura inicial de cinco pies, su altura había aumentado a 5 pies 7-8 pulgadas ahora.

—Xun tenía razón, parece que han pasado bastantes años en el mundo real. Bueno, podría haber sido mucho peor. Hah, ahora he crecido sin tener que esperar —Long Chen sonrió optimistamente.

—Espera un minuto... No estaba usando esta ropa. ¿Quién la cambió? —murmuró Long Chen mientras miraba la ropa que llevaba puesta actualmente.

—Fue tu madre —la voz de Xun vino en la mente de Long Chen.

—¿Ella... ella vio? —El rostro de Long Chen se volvió incómodo al entender lo que implicaba.

—¿Y qué? Yo también vi... Es bastante bueno, debo decir —la risa de Xun se pudo escuchar por Long Chen mientras miraba en el espejo.

—¿Por qué no estás apareciendo afuera? —Long Chen cambió de tema mientras preguntaba.

—Estoy descansando. Fue tan cansador enseñarte tantas cosas en el Templo de la Sangre. Saldré cuando esté libre —respondió Xun a Long Chen.

—Si tú lo dices. De todos modos, ¿cuánto tiempo ha pasado? —preguntó Long Chen.