—Padre va a estar tan sorprendido cuando se entere de ti —Mingyu se rió mientras hablaba, pero pronto se puso melancólica al recordar el peligro que enfrentaba su imperio y que estaba cerca de una guerra.
—No te preocupes por tu familia. Definitivamente les ayudaremos. Nada malo les sucederá —Long Chen la aseguró al notar las preocupaciones en su rostro. La abrazó suavemente.
—Sí —Mingyu asintió con la cabeza.
Zhiqing no pudo evitar preguntarse de qué estaban hablando, pero no preguntó. Podía sentir que el ambiente se había tornado pesado de repente. Se preguntó qué podría hacer para aligerar el ambiente.
—Oye, ¿esto significa que ahora ambas somos sus mujeres? —Zhiqing dijo abruptamente mientras miraba hacia Long Chen.
—Así que ya no tengo que contenerme, ¿verdad? Hermano Chen, ¿continuamos donde lo dejamos la última vez? —Zhiqing dijo en un tono seductor mientras se acercaba más a Long Chen.