—¡Jefe! Vi a un grupo de personas cerca. Han montado su campamento en nuestro territorio. Por su ropa y su carro, parecen ser niños ricos que salieron a explorar el mundo sin conocer los peligros. —La persona dio una amplia sonrisa mientras le contaba al hombre barbudo.
—¿Unos niños? ¿De verdad crees que yo... un Cultivador del Reino de la Tierra alto robaría a unos niños? ¿Realmente crees que poseerían algo que valga mi atención? Si aún quieres, ve y lleva a dos personas contigo y toma cualquier poca cosa que posean. —El hombre barbudo resopló mientras seguía comiendo la carne.
—Pero jefe... Ni siquiera te conté sobre la atracción principal. Hay dos chicas en su grupo. Una de las chicas parece tener apenas 20 años y la otra parece aún más joven. Esas dos son las chicas más bonitas que he visto. Son como hadas del cielo. Creo que el Jefe disfrutaría de las chicas. —Continuó con una sonrisa.