El rey se había quedado algo discapacitado ya que no podía mover los pies ni las manos.
Ni siquiera podía sentarse derecho.
—Xia, todavía estás aquí. Tráeme a ese tipo del que te hablé —dijo Long Chen a Xia, quien estaba parado detrás.
—¡Espera! No lastimes a mi hijo —dijo el Rey a Long Chen—. Te diré lo que quieres saber.
—No hay necesidad de traerlo aquí más. Puedes detenerte —Long Chen le dijo a Xia, que estaba a punto de irse. Xia se detuvo según sus otras indicaciones.
—Dime qué pasó —Long Chen dijo al hombre.
—Ayer, un Anciano del Salón de las Bestias vino aquí.
El rey comenzó a describir lo que sucedió. Habló sobre ese Anciano y lo que le dijo.
Lo que realmente sucedió fue que tan pronto como Long Chen mató al Anciano del Salón de las Bestias, de alguna manera se enteraron de las muertes.