—Oh, por cierto, puedes llamarme Jika.
Krune asintió y preguntó:
—Entonces, ¿qué nivel crees que alcanzaron esos huesos?
Jika asintió y luego sacó algunos instrumentos de su Anillo Espacial.
—Veamos, veamos...
—¿Te importaría si corto un pedazo del tamaño de una uña de uno de esos huesos?
Krune sacudió la cabeza.
—No hay problema, después de todo tengo un juego completo de ellos.
Entonces, Jika cortó el trozo que necesitaba y comenzó a analizarlo utilizando su equipo. A veces, él la veía murmurar algo, pero no le prestaba mucha atención. Pronto, pasó más de una hora. Aun así, a Krune no le importó esperar ya que también esperaba que llegaran los Materiales para las Píldoras de todos modos.
Finalmente, Jika terminó de evaluar los huesos y respiró hondo.