Cuando Lin Fan escuchó esto, no pudo evitar mirar hacia un lado.
Vió...
Un anciano de cabellos blancos de más de 80 años que lo miraba.
No era como un anciano ordinario que tenía la espalda encorvada y parecía viejo.
Por el contrario...
Tenía un par de ojos como los de un tigre, y su espalda estaba recta. Todo su cuerpo estaba lleno de un aura majestuosa.
Lin Fan miró la tablilla de deseos en la mano del anciano que decía, '¡Salud permanente!'
—El estilo de escritura es continuo, la energía es fluida, y es fuerte y poderoso... ¡Tu rostro y tu caligrafía son ambos muy buenos! —Lin Fan asintió y dijo.
—¿Oh? —El anciano no pudo evitar evaluar a Lin Fan y lo elogió—. ¡Hace mucho que no encontraba a un joven que tuviera buena caligrafía y supiera analizar! ¡No está mal!
Lin Fan pudo sentir una sensación de familiaridad que provenía del anciano, como la de un abuelo.
Así que empezaron a charlar.
—No creo que seas de aquí, ¿verdad? ¿Vienes de vacaciones? —preguntó Lin Fan.