Mientras la Reina Ibai hablaba, no podía evitar mirar a Riley.
Su rostro originalmente pálido ahora estaba sonrojado con un color rojo saludable.
—¡Bien! ¡Riley realmente se había recuperado!
—Señor Lin, ¿puedo comprar un lote de este perfume? —preguntó la Reina Ibai después de pensar un poco.
Sus pensamientos eran sencillos.
No importaba si Riley estaba completamente curada o no.
Sin embargo, una cosa era cierta.
Este perfume definitivamente sería útil para la condición de Riley.
—¡Oler este perfume era obviamente más adecuado que recibir una inyección!
Además, a la Reina Ibai realmente le gustaba el olor del perfume.
Chu Yunyue, la mujer de cara ovalada, y el personal de Flor de Tallo revelaron una emoción incontenible al escuchar esto.
—Finalmente, alguien quería comprar el perfume de Flor de Tallo. Además... ¡Esa persona era la reina del País del Águila!
—¡Esto era una buena noticia! ¡Definitivamente era una gran noticia!