—Gracias por salvarnos, Hermano Ye. Mi novio y yo te lo agradecemos enormemente —dijo Lu Na mientras veía a Ye Mo matar a Li Dayi.
—Entonces, ¿por qué Arena del Norte comenzó a cazar a ustedes dos? —Ye Mo los estudió y preguntó.
Lu Na se frotó los ojos.
—Mi hermana Lu Lin y yo trabajábamos para Arena del Norte cuando, de repente, querían que mi hermana fuera el chivo expiatorio de alguien más, y se la llevaron. Es improbable que todavía esté viva. ¡Qué catástrofe! Mi hermana hizo tantas cosas por Arena del Norte y aun así tuvo que cargar con la culpa de otros. Yo quería vengarme, pero como no tenía la capacidad, huimos de Arena del Norte.
—¿Lu Lin? —Ye Mo de repente pensó en la mujer llamada 'Hermana Ling—. ¿Podría ser ella? Si lo era, entonces Ye Mo podría ser parcialmente culpable de su muerte. Ye Mo estudió a Lu Na y descubrió que realmente se parecía a Lu Lin.
Siendo justos, Ye Mo no tenía ninguna culpa. Todos simplemente habían actuado según sus propios intereses.