—Joven Maestro Mo, no quisimos ofenderte. ¿Por qué te has molestado en venir hasta aquí? —Xiong Qianyi se levantó y dijo con un rostro pálido.
Todos en la sala miraron a su gran jefe con sorpresa—. No entendían. Incluso si su jefe viera al alcalde, no estaría así, ¿quién era ese Ye Mo? ¿Por qué su intrépido jefe tenía tanto miedo?
Otras personas no conocían a Ye Mo, pero él había oído hablar de él. Decían que la familia Song había decaído por cierto Ye Mo, pero lo que más hacía temer a Xiong Qianyi de él era que había aparecido una persona cruel en el torneo de sectas ocultas de la Ciudad Fantasma y su nombre era Ye Mo.
Aunque no tenía derecho a ir al torneo, decían que Ye Mo era una máquina de matar. Incluso se atrevía a luchar contra las legendarias sectas ocultas.