—Damien se colocó frente a la chica, con sólo unos centímetros separándolos. Desde aquí, podía ver claramente la pura contradicción que existía dentro de ella.
Todo en ella era contradictorio. Ya fuera su aura, sus acciones y sentimientos o su apariencia, desde el principio era algo extraño.
Pero con la brusquedad de la siguiente batalla, Damien no tuvo demasiado tiempo para pensar en ello. No podía simplemente decir que algo estaba mal solo por la apariencia.
Pero ahora, había mirado profundamente en ella con sus Ojos que Todo lo Ven a una distancia donde cualquier ligero movimiento suyo sería captado en su vista. Y ahora, podía decir con confianza que algo estaba mal.
La boca de la chica se abrió de repente de forma antinaturalmente amplia, escupiendo un torrente de ácido. Damien se retiró rápidamente a una distancia donde sus cadenas no le permitirían alcanzar.
Necesitaba un segundo para pensar y entender lo que estaba ocurriendo.