—¿Había demorado lo suficiente?
Esa era la única idea que pasaba por la cabeza del elfo. Como si su propia condición corporal no hubiera registrado en su mente en absoluto.
Solo habían sido unos minutos, pero unos minutos significaban mucho con la velocidad de batalla que seres de su nivel podían alcanzar.
No sabía la ubicación del Campo de Batalla Antiguo donde estaban los Semidioses de la alianza, pero no creía que estuviera tan lejos como para que una Divinidad no pudiera haber llegado aquí ya.
Pero el hecho de que nadie hubiera venido a detenerlo significaba que algo había salido mal. Significaba que, quizás, no recibirían el refuerzo en el que habían depositado todas sus esperanzas.
—Lo que significa que depende de mí.
Su condición corporal era terrible. Incluso la apariencia exterior no le hacía justicia. De hecho, si no fuera por su asombrosa vitalidad como elfo, ya habría sucumbido a sus heridas.