Espada [1]

Dos personas caminaban a través de una llanura herbosa en el Reino del Dragón Empíreo.

—Vamos~ ¿por qué este lugar tiene que estar tan lejos? —se quejaba la mujer entre ellos.

—Considerando el tamaño del Reino del Dragón Empíreo, el hecho de que podamos incluso caminar hasta allí significa que tuvimos suerte de que nos dejaran cerca —respondió el hombre a su lado.

El dúo se veía casi idéntico entre sí, aunque no tenían lazos de sangre directos. Desde sus ojos azules penetrantes hasta el cabello blanco plateado que adorna sus cabezas. Si no fuera por la diferencia de altura y género, nadie hubiera podido diferenciarlos.

—¡Aun así! Me duelen las piernas, ¡así que llévame! —continuó la chica.

—Pesas —respondió el hombre con indiferencia.

—¡Hey! ¿Tus padres nunca te enseñaron que nunca debes hablar con una mujer sobre su peso?

—Tienes razón. No me enseñaron.

—¡No eres divertido~! —la chica hizo un puchero.

—Eres solo molesta.