Bai Xieren rodó los ojos indiferentemente. —Esperen hasta que lleguen los demás.
Damien se encogió de hombros y expandió su percepción para cubrir la isla flotante. Observó cómo otros cuatro, incluido Long Chen, se dirigían al patio utilizando diversos métodos.
Al Este había una mujer sumergida en sombras. Su cuerpo se movía de sombra en sombra discreta y lentamente hacia la habitación. Era un método que Damien había usado antes al tomar prestado el poder de Zara.
Al Norte había un hombre de complexión delgada, casi al punto de parecer desnutrido. Mientras Damien lo observaba, su cuerpo desapareció, dejando solo su ropa caer al suelo.
En el suelo abajo, una pequeña serpiente verde se deslizaba desapercibida entre la multitud, con el mismo destino que la mujer anterior.