Jardín [6]

Damien miró a esta chica con expresión vacía, pero antes de que pudiera formarse una impresión adecuada de ella, múltiples auras convergieron en su ubicación.

—¡Clarice!

—¡Pequeña Risa!

—¿Qué pasó aquí? ¿Quién es la rata que está invadiendo nuestro santuario?

Una serie de exclamaciones siguieron a esas auras, voces altas llenas de maná intentando quebrar la voluntad de Damien antes de que los cuerpos de estos expertos pudieran llegar.

Pero Damien simplemente se quedó allí esperando. Estas meras amenazas no lograrían que se moviera en absoluto. El maná contenido en esas voces lo rozaba como una cálida brisa primaveral.

¡Whoosh!

Las figuras llegaron en segundos, el grupo siendo una colección aleatoria de hombres y mujeres. Pero sin siquiera reconocer la existencia de Damien, este grupo se apresuró al lado de la chica y comenzó a acosarla.

—Clarice, ¿estás bien?

—Lady Clarice, por favor díganos si encuentra algún problema.