Convergencia del Destino [6]

Todo sucedió en un instante.

La mano de Ira se envolvió alrededor del cuello de Damien, ejerciendo de inmediato una presión inmensa para aplastarlo. Al mismo tiempo, Tian Yang llegó a su lado, extendiendo su autoridad y usando todo lo que tenía para forzar los movimientos de Ira a detenerse.

De esta manera, se desarrolló un punto muerto. Damien se convirtió en un rehén que sería asesinado en el segundo en que Tian Yang bajara la guardia.

—¡Keuk…!

Tosió la sangre que se había acumulado en su garganta mientras su desconcierto crecía con cada momento que pasaba. Le tomó unos segundos darse cuenta de su propia situación.

Mientras su corazón comenzaba a entrar en pánico, forzó una hebra de maná en su cerebro para calmar su reacción. Si se movía demasiado rápido, las uñas afiladas como navajas de Ira se clavarían en su cuello y le arrancarían la cabeza.