Maestro de Urnas
El Dr. Xu y el Dr. Zhang también habían hecho su movimiento. No esperaban que la cabeza del Grupo Qiao colapsara de repente. Esta era una mala noticia para la entera Cooperación Qiao.
Por lo tanto, los médicos especialistas del Hospital de la Familia Qiao naturalmente se pusieron nerviosos.
—Sus signos vitales son todos normales; no puedo encontrar ningún problema —dijo el Dr. Zhang al mismo tiempo que destacó la causa de la enfermedad de su CEO.
Todos los informes de los exámenes estaban listos. El cuerpo de Qiao Yu Shan no mostraba anomalías. Parecía estar simplemente dormida, pero nadie podía despertarla.
El Dr. Xu también había sometido a Qiao Yu Shan a varios diagnósticos y no encontró nada malo.
Era de hecho espeluznante. ¿Cómo podía desmayarse así de repente con la condición de su cuerpo? ¿Es un problema mental?
Ambos expertos estaban desconcertados, aumentando la preocupación de todos.