La garganta de Yu Li Si estaba severamente inflamada. Apenas podía sentir sus cuerdas vocales vibrar, y mucho menos producir algún sonido.
Esta repentina y extraña enfermedad dejó perplejos a muchos médicos. Dudaban en recetar medicamentos a la ligera, especialmente considerando que la garganta de Yu Li Si era su medio de vida.
Nadie se atrevía a correr riesgos, temiendo la responsabilidad insoportable.
Pero Su Han tomó medidas.
—¿Realmente necesitas abrirle tanto el cuello? —exclamó Zeng Hai.
—En mis ojos, solo hay pacientes, no género —dijo Su Han con calma.
Si no abría su cuello, cualquier obstáculo podría llevar a arrepentimientos de por vida.
Sus ojos claros, miró a Yu Li Si e instruyó:
—Respira con regularidad y evita fluctuaciones emocionales. Empiezo ahora.
La mirada de Yu Li Si le señaló a Su Han que estaba lista.
Para ser honesta, estaba insegura y algo escéptica de este joven, especialmente porque nunca había presenciado este tipo de tratamiento.