Enviar a una persona que parece solo un estudiante de secundaria para desafiarnos es una subestimación extrema.
—¡Zhuo Yang, no me decepciones! —gruñó fríamente el Maestro Zhuo.
Zhuo Yang era el discípulo más formidable bajo su tutela, e incluso en la Ciudad de Tian Hai, era considerado bastante excepcional. Frente a un estudiante de secundaria, al Maestro Zhuo le parecía algo así como hacerle bullying.
¡Pero fue culpa de ellos por ser tan arrogantes!
Zhuo Yang entró al centro de la arena, inclinándose en saludo, mientras Kim Ji Wan caminaba lentamente hacia él, mostrando un completo desprecio por Zhuo Yang.
Su rostro estaba lleno de desdén, sin siquiera dignarse a darle a Zhuo Yang una segunda mirada. Su arrogancia encendió instantáneamente la ira en el corazón de Zhuo Yang.