Zhou Hang se preguntaba si realmente había causado un desastre enorme.
Creía que había hecho una contribución significativa, llevando un equipo de inspección a la Provincia Hai Dong, aprovechando esta oportunidad para ganar un punto de apoyo para el futuro de la familia Zhou. ¿Acaso no era este un gran logro?
—Hmph, basta de tonterías, ¡sal de la Provincia Hai Dong inmediatamente! —Maestro Cheng se giró y se marchó.
No estaba seguro de si Su Han cambiaría de opinión. Si Su Han lo hacía, ¡ninguno de ellos podría salir!
La Provincia Hai Dong era verdaderamente aterradora.
No es de extrañar que incluso personas formidables como el Rey de la Espada hubieran caído, y los hermanos Lei, dos muertos y uno en prisión.
Solo de pensarlo, Maestro Cheng sentía miedo.
Zhou Hang aún estaba en shock, incapaz de comprender lo que Maestro Cheng quería decir. Él había organizado todo, solo esperando...